Viernes, 5 de julio:
Jorge (Kamille en Mendiak.net): "¿Te vienes al Midi? Voy a pasar el fin de semana con María José (zigzag en Mendiak.net) en Estós y el martes vamos a Sallent".
Yo: "... Vale".
Era la oportunidad de mi vida, un guante que tenía que recoger. Era ahora o nunca. El Midi d'Ossau es la cima más estética del Pirineo, la más mítica para mí y la que más ganas tenía de conquistar. Siempre que llegábamos a una cima del Pirineo occidental, la primera cumbre que veíamos, la que más nos llamaba la atención era el Midi. A partir de ahí reconocíamos todas las demas, así que ha para nosotros ha funcionado como si fuera una brújula. Tenía claro, eso sí, que para que tuviera un buen recuerdo debía esperar a que me acompañara gente más experta. Sabía que el ascenso y, sobre todo, el descenso podía presentar dificultades superiores a mis límites y es en ese tipo de situaciones cuando se requiere de cabeza fría.
Martes, 9 de julio:
La idea inicial consiste en arrancar la marcha a media tarde en El Portalet para llegar a cenar al refugio de Pombie, donde pasaríamos la noche. Pero las nubes amenazan lluvia y no queremos llegar mojados. Improvisamos y decidimos dormir en Sallent de Gállego. Haremos el Midi del tirón.
Miércoles, 10 de julio: Nos levantamos a las cinco de la mañana con un día soberbio, desayunamos y nos dirigimos al punto de partida. Vamos a ver cómo ordenamos todas las emociones y contamos la que ha sido, sin duda, la jornada más especial ( y más larga) de mi vida montañera. Pasen y lean.
Ubicación: Macizo de Ossau, Pirineos, Francia.
Cima: Midi d'Ossau (2.883m).
Desnivel acumulado: 1.302m.
Distancia: 15,12km.
Duración: 12h.
Acceso: Partimos desde el parking situado un kilómetro después del col del Portalet, bajando hacia Francia. Desde Donostia la vía más habitual es Pamplona-Jaca-Biescas-Sallent de Gállego.
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6:20. Iniciamos la marcha en el primer parking que hallamos al bajar El Portalet hacia Francia (1.726m).
El camino que lleva a Pombie es conocido y lo hacemos mientras va amaneciendo.
La llegada al col de Soum de Pombie provoca el primer arrebato de euforia. Ahí está el objetivo, ahí está la cima más mítica de la cordillera.
7:35. Refuge de Pombie (2.036m). Llenamos las cantimploras y hacemos un pequeño descanso. El siguiente reto, sencillo, será alcanzar el próximo collado (flecha roja).
Para ello, debemos armarnos de paciencia y sortear un caos de rocas.
Camino del collado, encontramos algunos neveros que no nos oponen resistencia. Pero siempre los atravesamos concentrados.
8:32. Col de Suzon (2.127m), con la vista que se abre al valle que desciende a Bious-Artigues. Estoy bebiendo más agua que de costumbre; seguramente por los nervios, por la tensión que me genera una cima tan ansiada. Un ejemplo de que gestionar la presión es una de las asignaturas más complicadas de la vida.
El aspecto que presenta el Midi desde este punto intimida a cualquiera que tenga corazón, pero ya es una imagen que tengo en la cabeza. Poco a poco nos vamos aproximando a las dificultades.
Esta parte se me hace dura y me retraso. Me está costando avanzar.
El terreno se vuelve vertical y comienzan las primeras trepadas sencillas. Enseguida alcanzamos la primera chimenea, seguramente la más complicada. Para mí presenta tres puntos conflictivos. El paso que tienes que dar para entrar en la fisura es un tanto largo y cuesta un poco porque te has enfriado después de ponerte el material. A continuación se progresa bien hasta el estrechamiento, donde el hecho de llevar mochila te lleva a buscar una salida por la derecha. Aquí hay que confiar en la adherencia y tirar de brazos. Finalmente se sale a un punto no expuesto donde, si se gira a la izquierda, está la famosa clavija, la única superviviente de las varias que hubo en su época. Los tres salimos por este punto, que exige fuerza y flexibilidad a partes iguales.
Jorge sube primero y nos asegura a María José y a mí.
Aquí la vemos progresando por el estrechamiento del que os hablaba antes.
Y ahí sólo le queda girar a la izquierda y apoyarse en la clavija.
El hecho de subir asegurado es una ayuda mental extraordinaria y la verdad es que he de confesar que superé la chimenea con rapidez. Después el terreno se vuelve más amable dentro de lo que cabe, aunque la sensación de estar acometiendo pequeñas trepadas es constante hasta el final de la tercera chimenea.
Un intervalo de apenas cinco-diez minutos nos separa de la segunda chimenea, más larga y vertical que la anterior pero también más fácil al existir presas más cómodas y evidentes. En este caso yo no me aseguré y subí bien, sin agobios. De las dos opciones elegí la de la derecha y sólo al final, cuando has de hacer un corto flanqueo y eres consciente de la altura que tienes debajo de ti, sentí un chispazo de adrenalina.
Os dejo unas instantáneas de mis compañeros para visualizar lo escrito en imágenes. Otro detalle: de tanto mirar para arriba, te duele el cuello.
Justo después de superar la segunda gran dificultad del día, se nos presenta otra chimenea que cuenta con dos clavijas (una torcida). Hemos tenido que bordear un nevero tardío y evitar el agua que cae entre las rocas. Es otro paso en el que hay prestar atención.
El sendero reaparece y nos lleva a la próxima chimenea. Estás tan pendiente de dónde pisas y apoyas las manos que apenas tienes tiempo de fijarte en el paisaje y las cimas lejanas. Pocas veces me ha sucedido esto.
Además, la sensación de verticalidad es constante y no te la quitas hasta bajar nuevamente al col de Suzon.
El terreno se vuelve más rocoso; vuelven a sobrar los bastones.
Y afrontamos la última chimenea, más bien una canal. La más larga pero la más sencilla.
Se puede afrontar de muchas maneras, aunque recomendaría aproximarse al paredón de la derecha.
También hay alguna que otra clavija que ayuda a superar algún paso largo.
Pero, en líneas generales, se supera con bastante facilidad.
11:17. Cruz del Portillón (2.634m), que en realidad es una flecha. Vemos la deseada flecha, que ayuda a encontrar el paso de bajada, y el Rein de Pombie (la última pedrera) se abre ante nosotros. Aprovechamos para tomar aire y comer un poco, que todo es importante en esta montaña.
Esta pedrera es de lo peor de la ascensión pero, en mi caso, voy de menos a más y la supero con facilidad. La nieve hace acto de presencia en la parte final, pero está bastante blanda.
Ya se vislumbra la antecima y nos venimos arriba.
Uno puede pensar que ya está todo hecho, pero desde la antecima todavía hay que superar dos brechas que obligan a ser prudente. A estar concentrado. El Midi te exige hasta el último metro, es otra idea que me llevo para siempre.
12:21. Midi d'Ossau (2.883m), en seis horas de ascensión. Imposible describir lo vivido.
Bueno sí, simplemente eres consciente de que nunca antes habías experimentado una alegría semejante. De eso sí te das cuenta.
Sabes que no puedes relajarte porque aún queda bajar, y eres absolutamente consciente de ello, pero la euforia se desborda. No pudimos controlarlo.
Ya llevo 803 cimas y creo que nunca me había importado menos la panorámica. Total, si ya me conozco todos los picos que se ven desde aquí y he estado en la mayoría... ¡Sólo me faltaba éste! (sector del Portalet).
Iba en plan autómata girando mi cuerpo y disparando las fotos, pero lleno de orgullo y satisfacción (sector de Ayous).
Sin importarme que hubiera nubes, cuando en otras ocasiones me solivianto por estas situaciones (sector Sesques).
Saltamos en la cumbre, nos felicitamos, nos abrazamos y gritamos (sector Ger-Lurien).
Y nos acordamos de los seres queridos, de cómo contaremos todo lo vivido... (sector Pombie).
Comemos tranquilamente en la cima, repasando varias de las anécdotas del día. Y nos acercamos a varios colosos. Aquí el Balaitous.
Picos del Infierno y Garmo Negro.
Pala de Ip y Collarada (en primer plano asoma el Anayet).
Macizo de Aspe.
Hourquette.
Lagos de Ayous.
Sesques.
Le Lurien.
Gran Facha.
Palas.
Con templanza, sin correr, emprendemos el retorno. Aquí no hay posibilidad de hacer una circular, no al menos con nuestro nivel.
Descendemos los neveros con precaución, pisando primero el talón y a veces nos ponemos de perfil..
Salvo un par de resbalones, no hallamos verdaderos problemas para bajar.
El tramo de pedrera que no tiene nieve.
Debemos tirar de GPS para volver a la cruz, porque nos habíamos despistado unos metros. Cuidado, es el punto clave.
La tercera chimenea la destrepamos sin material. Consideramos que no hace falta, aunque se nos hizo larga. Sería el cansancio...
Hay un par de destrepes un poco largos, en el que hay estirarse, pero es la más sencilla de todas. Eso está claro.
Mini prueba superada, ya estamos en el sendero.
Ahí está el paso previo a la segunda chimenea.
Bajamos con precaución, apoyándonos en las dos clavijas.
Os dejo una imagen del nevero que impedía un acceso normal; tuvimos que encontrar un minúsculo hueco entre la nieve y la pared.
Llegamos a la segunda chimenea, donde Jorge prepara el material para el descenso. Yo no tengo experiencia en el uso de la cuerda, de manera que como ya habíamos acordado con anterioridad decidimos que sea él quien diriga mis movimientos.
Me costó porque no tengo costumbre de asomarme al vacío y confiar en el mecanismo, pero al menos pude aprender y ver el descenso de mis compañeros.
Qué soltura, qué clase, qué elegancia...
Superada la chimenea, nos encaminamos a la primera.
Y empleamos el mismo sistema para bajar. Ya abajo, sin casco y sin arnés, saboreas del todo la cumbre. Ya estás sano y salvo, ya has asimilado que el Midi es tuyo.
Viendo a mis compañeros bajar sólo tengo tiempo de sacar fotos pensando en que soy feliz. Inmensamente feliz.
Descendemos al col de Suzon dando saltos de alegría. Cansados, más que cansados diría yo, pero exultantes.
Es inevitable mirar a la pared y, por primera vez, le resisto la mirada. Bajo abrumado y con brillo en la mirada. La emoción es sincera porque la montaña juega con mis sentimientos.
Llegar a Pombie es arribar a la civilización después de un periplo por la selva más remota. Qué sensación de tranquilidad (y eso que el caos de rocas se hace eterno...)
Tras charlar con un miembro de la web de Mendiak (un saludo y espero que pudieras hacer cumbre), seguimos hacia el valle.
Las últimas miradas al Midi, antes de cambiar de vertiente. Adiós amigo, hasta siempre.
Ya sólo queda llegar al coche, tarea harto laboriosa cuando se llevan más de once horas caminando...
Allí está el coche, la comodidad, el calzado, la ropa nueva...
Y os dejo el mapa.
Y os dejo el mapa de Topopiris.
Y os dejo la imagen 3D del Google Earth.
Y os dejo el perfil.
Y en wikiloc os dejo el track: ver track
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 5. Es, de lejos, el itinerario más difícil de este blog. Hasta la primera chimenea el camino es un paseo pero, a partir de este punto, hace falta soltura para trepar y dominio del vértigo. De las tres chimeneas la más fácil es la última, que se puede trepar y destrepar sin usar la cuerda. Para las dos primeras, en cambio, conviene rapelar. Se exige también un fondo físico importante. Casco obligatorio.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 5. Es una cima preciosa y la ruta alterna verdes prados, refugio con lago y tramos de escalada. Lo tiene todo.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 5.
He tratado de contar la experiencia de la manera más cercana a la realidad que recuerdo. Han pasado varios días pero el recuerdo será imperecedero. Nunca una brújula, aunque sea una metáfora, me había agitado tanto el corazón. Nunca una brújula me había revuelto tanto las emociones.
ROMÁNIC A LA VALL DE BOÍ - B&W ...2024
Hace 5 horas
4 comentarios:
kaixo. Había dejado un comentario pero no sé por qué no se ha publicado. eguramente habré hecho algo mal.
Sigo tus caminatas desde hace mucho tiempo (incluso me han servido de inspiración en más de una salida) y hasta hoy no me había animado a comentar, pero es que el Midi es le Midi...
Preciosa ascensión y precioso reportaje. Me has hecho revivir las sensaciones que tuve cuando subí, hace ya algunos años. Después de tantas salidas pirenaicas con el Midi en todos los paisajes, conseguimos llegar hasta su cima, en dos jornadas, acampando en el lago de Pombie. Me ha parecido que volvía allí después de leer tu repor. Sigue así y sigue haciéndonos subir a las montañas desde el la silla del ordenador.
Un saludo.
Iñaki
Buenos días Iñaki, gracias por el comentario. La verdad es que ha sido la ascensión del verano. La ascensión de mi vida, añadiría, porque es sin duda la más mítica de nuestro entorno. Traté de contarlo con mucha pasión para que las emociones traspasaran la pantalla y me alegro de haberlo conseguido. Un saludo.
Hola Jefoce. Un repo muy currado , si señor.
Esto, sobre la cuerda, de cuantos metros se necesita???
La via está equipada ??
Gracias u saludos
Buenas noches Manuel, gracias por el comentario. La vía está equipada en todos los puntos claves y sólo necesitas una cuerda de 50 metros. Suerte.
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