Era uno de los eternos planes pendientes. La Pica d'Estats, el techo de Catalunya, es una cumbre mítica de la cordillera pirenaica. Cuenta con dos accesos principales (Vallferrera y Pinet) y nosotros elegimos la vertiente francesa, más larga pero más cómoda debido a la existencia de un refugio, para realizar el ascenso en dos jornadas que ya forman parte de la historia de este pirineísta. Para realzar la experiencia, nos hemos juntado un grupo de ocho personas (José Luis, Jaume, Joan, David, Nerea, Marc, Xavi y Mikel) y el resultado ha sido una aventura absolutamente entrañable. Pasen y lean.
Ubicación: Macizo de Estats, Pirineos, Francia.
Cimas: Montcalm (3.077m), Pica d'Estats (3.143m) y Pic Verdaguer (3.129m).
Desnivel acumulado: 2.032m.
Distancia: 21,94km.
Duración: 14h (3h + 11h).
Acceso: Partimos desde el parking de L'Artigue. Desde Tarascon sur Ariege, en la cabecera del valle francés que asciende a Andorra, hay que girar a la derecha para tomar la carretera que lleva a las localidades de Vicdessos y Auzat. Desde ésta última parte una estrecha vía que lleva al parking de l'Artigue, con todos los desvíos señalizados. Hay dos parkings.
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29/7, 14:45. La expedición parte desde el parking de L'Artigue (1.200m) con buen humor y dispuesta a cumplir con lo planeado. En este tipo de situaciones, la ilusión se suele mezclar con la incertidumbre formando un cóctel explosivo.
El sendero, amplio al principio, está perfectamente balizado hasta el refugio.
Durante los primeros metros llanea con el río a su vera.
Y, poco a poco, se sumerge en un bosque de cuento, típicamente francés. Muy frondoso.
Tras una subida constante y severa, se sale a unos pastos. A partir de este punto, el ascenso se vuelve un tanto monótono a través de campas llenas de rododendro.
La niebla nos engulle, otro clásico de la vertiente septentrional, y vamos tirando de paciencia para superar el desnivel. Cuando llevamos casi tres horas de marcha atisbamos el refugio, ubicado al lado de un ibón que mañana contemplaremos en su máximo esplendor.
17:45. Refuge de Pinet (2.250m).
Nos instalamos y esperamos a la cena, que nos servirán a las siete de la tarde: sopa, cuscús con tropiezos y tarta. También pudimos conocer a dos simpáticos montañeros de Vitoria con los que compartimos conversación y conocimientos. Un verdadero placer.
Después de cenar comienza el show de Patrick, uno de los guardas del refugio. Un tipo singular, peculiar y entrañable a partes iguales, que deleita a los presentes con un repertorio de canciones populares francesas.
Reparte un libro con las letras y el público elige los temas para cantarlos a capela.
Pese a que nosotros desconocíamos la mayoría de los temas, nos lo pasamos bien con el desparpajo de Patrick y su manera de contagiar el buen humor.
Y como anécdota, resaltar esta joya que encontramos en su álbum. Un tema de Ska-P célebre en su día...
30/7, 07:00. Desayunamos a las seis y media y el día amanece fabuloso. Las previsiones no han fallado.
Hoy va a ser una jornada inmejorable con ese viento del norte que ha limpiado el Pirineo de nubes. Hoy vamos a divisar Bélgica...
El grupo parte alegre y dicharachero rumbo a las cimas.
Ahí dejamos el refugio. Será un hasta luego, porque dentro de unas cuantas horas volveremos a recoger nuestras pertenencias, abonar la cuenta y emprender el descenso al valle.
Pero ahora nuestra atención la centran las montañas. Como el Pic Rouge de Bassies, altivo e imponente.
La ruta se adentra en el abrupto e inhóspito barranco de la Cometa d'Estats, donde el sol se introduce muy tarde pese a estar en verano.
Un primer nevero, que se encuentra muy duro, nos complica la progresión. La mayoría se coloca los crampones para avanzar con más seguridad; presenta una caída a mano derecha (oeste) un tanto delicada.
Apenas a cincuenta metros, hallamos la segunda dificultad más reseñable: un nevero más largo pero menos peligroso. La huella, en esta ocasión, era más profunda.
El barranco acaba en el estany d'Estats, que dejamos ahí abajo para superar una fuerte pendiente hacia la izquierda (este).
Ya vamos viendo el terreno que habremos de superar, una sucesión de terrazas fáciles pero incómodas. Más bien pesadas.
El itinerario se vuelve horizontal cuando arribamos al entorno del Etang de Montcalm (2.560m).
El sol ya ha hecho acto de presencia y nos acompañará prácticamente todo el día. Al menos, los neveros dejarán de estar peligrosos.
Con esfuerzo y paciencia vamos ganando altura a través de estas terrazas que citaba antes. El típico tramo que se hace lento.
Cada vez que vemos un nevero cerca lo aprovechamos. El tránsito es más rápido.
Nuestra mirada se desvía al Sottlo, el tresmil más individualizado del macizo.
Nosotros seguimos a lo nuestro y nos dirigimos al evidente collado que tenemos delante.
Col de Riufred (2.978m). Nos recibe un viento frío y decidimos subir primero al Montcalm, que está a nuestra izquierda.
La pendiente es empinada al principio, pero la trocha es muy sencilla de seguir.
Se alcanza una antecima y ya sólo queda un paseo para la cumbre,
10:30. Montcalm (3.077m). El primer tresmil del día.
La panorámica es soberbia hacia los cuatro puntos cardinales. La cuña anticiclónica ha entrado de lleno.
Macizo de Trois Seigneurs. Ya les adelanto, en rigurosa exclusiva, que podrán verlo de cerca en las próximas horas...
Localidad francesa de Auzat, por donde llegamos en coche la víspera.
Macizo de Tabe con sus cimas de Saint Barthelemy y Soularac. También les puedo filtrar, como si fuera Snowden, que el miércoles podrán ver sus entrañas...
En fin, un universo de montañas, collados y lagos que nos subyuga desde que tenemos uso de razón.
José Luis contempla la parte final de la ascensión a la Pica.
El sendero asciende por el pequeño valle entre la Pica y el Verdaguer sin oponer ninguna dificultad especial.
En los últimos metros, eso sí, quizá producto de la emoción y la altura, uno llega un tanto cansado.
11:20. Pica d'Estats (3.143m), en más de cuatro horas desde Pinet. Ya estamos en el orgullo de Catalunya, ya estamos en su techo.
El Montcalm.
Nuevamente nos lo pasamos bomba sacando humo a la cámara, felizmente recuperada por cierto de su suciedad en el sensor.
Nos acercamos al Comapedrosa, máxima elevación de Andorra.
Monteixo.
Grupo de los Besiberri.
Aneto y Maladeta.
Sector de Perdiguero.
Después de comer algo, iniciamos el descenso por la ruta normal.
Y es inevitable hacer un desvío para acometer el paseo hasta la cima del Verdaguer.
Pic Verdaguer (3.129m). Merece la pena asomarse a esta punta para admirar la silueta de la Pica.
Y también los diferentes ibones en la ruta que sube de Vallferrera.
Bueno, a continuación se trata de recurrir a la cabeza fría para ser conscientes de que debemos descender más de dos mil metros...
Así que cada uno se apoya en su estilo preferido y se trata de bajar sin prisa pero sin pausa.
Los neveros son especialmente aprovechables a esta hora.
El calor va apretando y el cansancio hace mella, pero la montaña nos exige superar dificultades de todo tipo. Cuando uno aterriza en esto todo parece relacionado con el físico y la edad. Pero el paso del tiempo, la justicia más eficaz, nos invita a inclinarnos por la fortaleza mental como la mayor de las virtudes. Y este grupo, con varios representantes de una edad avanzada, fue el mejor ejemplo. Su mérito fue incuestionable.
En esta ocasión atravesamos los dos neveros con más facilidad y rapidez, aunque el aspecto del último (el primero desde Pinet) seguía siendo poco acogedor...
Una vez superados los problemas de mayor envergadura, nos resta un pequeño tramo hasta el refugio.
Que ahora sí, ahora se nos presenta enclavado en un paisaje de campeonato.
En Pinet descansamos, comimos, bebimos, reímos y nos despedimos de Patrick. Una experiencia completamente recomendable.
Y para proporcionarle una gota de novedad al descenso, decidimos emplear una ruta alternativa.
Se trata de un sendero más descansado y más bonito que se dirige al Etang Sourd. 'La casa de la pradera', como lo llaman en Pinet.
No es el itinerario más utilizado para ascender a Pinet pero me parece, sinceramente, el más recomendable.
Ya han podido ver desde las alturas, la mejor atalaya que existe, que el entorno es de una belleza espectacular.
El Pirineo está con sus mejores galas y nos aporta imágenes imborrables.
El camino desciende ahora con más decisión y se encamina al del día anterior.
Empalma con la ruta normal y penetra raudo en el bosque.
Donde, como es habitual en el arriba firmante, buscaremos diminutos resquicios en forma de ventanas para realizar encuadres interesantes.
Bajamos muy cansados. La actividad va a alcanzar las horas de duración, aunque es verdad que ha habido multitud de paradas debido a lo numeroso del grupo.
Pero es un cansancio agradecido porque la íncertidumbre del día anterior es ahora certeza. Hemos hecho lo que queríamos hacer y todo ha salido bien.
Repetimos los rincones del día anterior.
18:00. Llegada triunfal a Pinet. Si tienen corazón, si tienen alma, entiendo que habrán disfrutado con el relato.
Y os dejo el mapa.
Y os dejo el mapa de Topopiris.
Y os dejo la imagen 3D del Google Earth.
Y os dejo el perfil.
Y en wikiloc os dejo el track (primer día hasta Pinet): ver track
Segundo día, Pinet-Montcalm-Pica-Verdaguer y descenso hasta el valle: ver track
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 5. Es un itinerario muy largo, por lo que conviene dormir en el refugio de Pinet: ver web. Puede haber neveros camino de la cumbre y a primera hora de la mañana suelen estar helados; recomendable llevar material. Algunos pasos de trepada fáciles en la Pica d'Estats.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 5. Fastuosos paisajes y panorámica de primer orden. Esta ruta desde Francia contiene todo lo que el Pirineo es capaz de ofrecer.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 5.
Como suele suceder, llegamos al parking cansados pero felices de haber cumplido uno de los grandes objetivos del verano. Y la mente ya estaba pensando en el plan del día siguiente. Continuará...
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