Volvemos a la zona de Lumbier, pero esta vez para conocer de cerca su célebre foz. Cuántas veces hemos pasado a su vera rumbo al Pirineo y mirábamos los restos del puente romano camino de Liédena... En esta ocasión vamos a trazar una circular muy bien balizada, con un camino de ida monótono y otro de retorno sumamente atractivo, donde atravesaremos dos túneles y pasaremos por el reino de los buitres. Impresionante el paisaje creado por el río Irati.
Ubicación: Foz de Lumbier, merindad de Sangüesa, Navarra.
Desnivel acumulado: 232m.
Distancia: 7,26km.
Duración: 1h y 50min.
Acceso: Partimos desde parking de la foz de Lumbier, situado muy cerca de la localidad de Lumbier.
10:51. Dejamos el coche en el parking de pago (394m) y nos dirigimos a la foz.
Enseguida dejamos la autopista y torcemos a la izquierda, siguiendo las marcas verdiblancas.
Un camino se dirige a la muralla de Arangoiti.
Donde divisamos la ermita de la Trinidad, que visitamos en febrero.
Salimos a una pista y encaramos un tramo ciertamente soso.
Nos entretenemos adivinando dónde estará el arco natural de la sierra. Parece que por ahí...
Seguimos hacia Liédena.
Que se antoja en el horizonte.
Pero nos desviamos siguiendo las indicaciones hacia la foz.
Un camino desciende a la pista de abajo, al lado del río Irati.
Y llegamos al primer túnel. Justo antes, por la izquierda, parte un estrecho sendero que lleva al puente romano. Hay mucha gente y el suelo está pulido. Cuidado.
Hay tramos con cadena y una última destrepada resbaladiza, que se puede evitar pegado al abismo. Ojo.
Porque podemos caer ahí abajo...
El tajo abierto por el río.
Había tal afluencia de gente que estaba peligroso.
Ya en el túnel, donde es recomendable llevar linterna.
El paisaje es espectacular.
Y nos encontramos con una multitud que ha venido a disfrutar de la mañana.
Tenemos suerte porque no nos ha caído ninguna gota.
El segundo túnel, más corto.
12:40. Fin del itinerario.
Y éste es el track que seguimos como referencia: ver track
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 4. Recorrido apto para cualquier senderista salvo el tramo del puente romano, donde hay que extremar la precaución.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 4. Impresionante el paisaje de la foz, con los paredones y el transcurrir del río Irati.
Y ASÍ LO VIO MI PADRE: Mi partenaire me comenta que "no es de extrañar encontrarte con tanta gente en semejante paraje".
Una opción recomendable cuando el día no está para las grandes cimas.
domingo, 30 de agosto de 2020
FOZ DE LUMBIER (Una circular con miga)
domingo, 16 de agosto de 2020
ZUHALMENDI (Esas colinas de Iparralde)
Una mañanera sencilla por los paisajes de Iparralde, siempre agradables. Desde el col de Saint Ignace, punto de partida para coger el trenecillo que trepa al Larrun, avanzamos por el rumbo opuesto para subir una colina con bonitas vistas sobre la campiña y las primeras montañas de la costa vasca.
Ubicación: Macizo de Larrun, Iparralde, Francia.
Cima: Zuhalmendi (301m).
Duración: 1h y 3omin.
Acceso: Partimos desde el col de Saint Ignace, accesible desde Ascain o Sara, desde donde parte el tren turístico al Larrun.
10:15. Está el parking lleno pero conseguimos un hueco (169m) detrás del restaurante.
Tomamos un camino arbolado.
Que pronto nos deposita en el collado.
Seguimos el balizaje amarillo de la vuelta a Sara.
Y vemos nuestro objetivo enfrente.
Los paisajes de Iparralde, siempre amenos.
Última rampa.
11:00. Zuhalmendi (301m).
Bonito mirador aunque la cima está afeada por antenas.
San Juan de Luz.
Larrun.
Senpere.
Incluso su lago.
Urtsuia.
Arranomendi y Artzamendi.
Gorramendi.
Hautza, emergiendo entre las nubes.
Alkurruntz.
Atxuria.
Sara.
Volvemos tras nuestros pasos.
Bonito bosque.
Los trenecillos subiendo a la cima.
Las pottokas disfrutando.
11:45. Fin del itinerario.
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 1. Itinerario fácil y marcado hasta la cumbre.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 3. Apreciable mirador y camino agradable.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 1.
Y ASÍ LO VIO MI PADRE: Mi partenaire me comenta que "pese a que subimos una colina insignificante, disfrutamos con las vistas".
Y así fue la ascensión al guardián de Arkamo.