Viene de aquí: ver repor
Rudo y complejo itinerario, sólo para valientes, que asciende a una relevante cumbre del macizo de La Munia. Esta cima estaba, digamos, fuera de mi radar al exigir todos sus accesos dificultades reseñables. O había que destrepar rapelando la pared de Sierra Morena; o había que atravesar los vertiginosos toboganes de Gerbats; o había que escalar su arista oriental desde Barroude... Hete aquí que cacharreando por internet encontré hace unos meses una ruta que unos aragoneses abrieron el año pasado por el sur. Subía desde Petramula, por el acceso clásico a Robiñera y La Munia, y luego se enredaba por unos barrancos salvajes y poco frecuentados. Ya se veía que era un itinerario incómodo, pero también más fácil. Exigía coco, seguro. Pero para eso estamos. Para sufrir un poco. Para luego disfrutar. Vamos con la batalla. Vamos con la aventura.
Ubicación: Macizo de La Munia, Pirineos, Francia.
Cima: Pic de Troumouse (3.083m).
Desnivel acumulado: 1.457m.
Distancia: 15,49km.
Duración: 7h y 30min.
Acceso: Partimos desde Petramula, paraje al que se accede desde la localidad aragonesa de Chisagüés. Hay que sacar online un ticket para circular por la pista (Ruego) que cuesta 3 euros.
7:29. A diferencia de hace cuatro años, esta vez llego con el coche hasta Petramula (1.917m). La subida desde la borda Bruned está mejor, o quizá son mis ansias por ganar unos cientos de metros de desnivel y reducir la distancia en una jornada que se prevé dura...
También al igual que hace cuatro años, cuando vine a por Robiñera, el Comodoto y su perfil piramidal se lleva las primeras fotos.
Subo raudo por el barranco herboso. Hoy no iré a Robiñera, que está ahí delante.
Dejo su camino a la derecha y sigo por el encajonado valle. Ya en terreno mineral.
8:47. Se llega a la zona de los lagos de La Munia (2.508m).
Un paraje fascinante y más a estas horas, con esta luz, sin gente, con sarrios correteando...
Bien, seguimos el camino bien marcado hacia el collado de La Munia. No vamos a llegar a él, pero casi.
9:30. Cuando queda poco (2.796m), vamos a desviarnos por la derecha. Se acabaron las comodidades.
Ahora toca faldear rumbo al torturado cuello Robiñera.
Apuro en diagonal hasta la base de la pared para avanzar algo más cómodo. Aunque ahora voy evitando la nieve, se va a convertir en un aliado de la jornada.
¿Por qué? Porque me va a permitir progresar más rápido y más cómodo que si tuviera que atravesar estos canchales.
9:42. Collado de Robiñera (2.850m). Primera parada importante del día para comer y para estudiar lo que viene.
Pues esto es lo que viene. Perder un poco de altura hacia el valle de Barrosa y seguir después hacia la izquierda, rumbo este, hacia el corredor que se asoma (oscuro) en el centro de la foto.
Aquí ya más cerca. He atravesado este valle pisando bastante nieve, lo que me ha permitido venir más rápido.
Aunque el corredor, denominado consello royo por los apellidos de sus descubridores, es empinado y descompuesto, es corto. No desanimarse al coronarlo...
...porque aunque estamos a 2.790 metros todavía queda un rato... Son las 10.17 y es la primera vez que vemos la cima. La fortaleza mental era esto. Una de las claves era saber cómo me iba a encontrar el terreno de nieve, porque ha sido una primavera con mucha precipitación. Para mi alegría, veo que voy a poder sortear las dificultades.
Desciendo el corredor por la nieve sin grandes dificultades y avanzo por un valle inhóspito, dominado por los sarrios. Algún hito se ve, pero son pocos...
Te tienes que buscar la vida para un largo flanqueo, que lo hago mayormente por el manto blanco. Noto que una persona me observa desde la cresta.
Buscando las grietas de los neveros en un tramo final penoso, todo hay que decirlo.
Cuando toco la pared, me acuerdo de los últimos metros del Vignemale. Tiene un parecido, aunque aquello es más aéreo. Ya diviso, por cierto, el mítico trípode de la cima.
Cresta alcanzada. Sólo falta girar a la izquierda y trepar.
Por un terreno en el que hay que apoyar las manos, pero que es fácil.
11:12. Pic de Troumouse (3.083m), en tres horas y cuarenta y cinco minutos desde Petramula. Tresmil número 48. Euforia en la cima. También cierta inquietud por saber lo que me espera de vuelta. Estar sólo también tiene esto. Aunque te fortalece. Eternas contradicciones en la vida...
Voy sacando fotos a lo que me rodea.
La Munia.
Añisclo y Perdido.
Cilindro y Marboré.
Garmo Negro y Vignemale.
Pic Long y Campbieil.
Pared de Sierra Morena, que los escaladores rapelan.
Me acerco a los toboganes del Gerbats, creo.
Lagos de Barroude.
Bueno, después de comer, emprendo el retorno. Paciencia. Fortaleza mental. Gominolas.
A sabiendas de que volver es más fácil, porque conoces el camino, voy desandando los tramos de la mañana. Sigo por la nieve. Tirando del bastón. Forzando de hombros. Mucho esfuerzo. Pero voy bien.
Sólo me inquieta un poco volver al portillo. Si lo he bajado fácil, también podré subirlo... Pues sí, piso mi trazada de hace unas horas. Es corto.
Y ya desde el corredor, sé que lo más delicado ha pasado. Sale sonrisa. Miro para atrás. Me acerco al trípode. Última vez que lo voy a ver. Vaya conquista para mí.
Me asomo a la otra vertiente. Bajo el corredor con precaución.
Y ahora sí, supero todo el valle que suele estar con enormes piedras con la ayuda de la nieve. Ahora sí que no la evito. Apuro todo lo que puedo.
Vuelvo a pisar el collado de Robiñera. Como más. Respiro. Me acerco al Bachimala.
Y al Posets.
Y a Cotiella.
Ya he superado lo peor.
Aquí me asomo al valle de los lagos. La autopista está cerca. Sólo queda el último flanqueo.
Listo, ahora es volver con la marcha normal metida.
Disfrutando de la montaña. Del Pirineo. De estos veranos impagables.
Eso sí, haciéndose la bajada interminable. Porque eso también pasa. Pero me animo pensando que el coche está en Petramula...
Las Tres Marías.
El Comodoto y el valle herboso. Vamos que nos vamos.
15:00. Fin del itinerario.
Y éste es el track que seguí de referencia:
ver track
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 5. Ruta compleja con mucho tiempo fuera de sendero. Es clave conocer las condiciones del terreno, si hay nieve o todo es una canchalera... Fácil escalada al final en la cresta.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 5. Magníficos paisajes a lo largo de toda la jornada. Valles salvajes. Mucha fauna. Pico esbelto.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 5.
Gran ascensión con sabor clásico a una mítica cima pirenaica. Continuará...
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