El lunes nos desplazamos hasta Lescun, en lo que ya es uno de los viajes clásicos de cada temporada, para disfrutar del otoño, mi estación favorita, y saldar viejas cuentas pendientes con el Dec de Lhurs, una de las montañas de la región. Tras alojarnos en la 'Maison de la montagne' (ver web del albergue), que os recomiendo encarecidamente por la hospitalidad de Thierry y Nicole, aprovechamos la tarde para descubrir otro de los rincones del valle: el plateau de Sanchese y los cayolars d'Anaye, una bucólica zona pastoril sita entre la mole del Billare, el Countende y el Anie. A mí el Pirineo me vuelve loco.
Ubicación: Valle de Aspe, Pirineos, Francia.
Desnivel: 463m.
Distancia: 8km.
Duración: 2h y 45min,
Acceso: Partimos desde las inmediaciones del plateau de Sanchese, muy cerca de la localidad francesa de Lescun. Desde el pueblo parte una estrecha carretera que asciende a Sanchese (está señalizado con carteles verdes en todo momento). Llega un momento en el que la carretera se convierte en una pista con bastantes baches. Aparcamos justo después de cruzar la barrera canadiense. Ojo, porque el mapa señala Lescun.
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15:30. En realidad, la pista de la que os hablo en el apartado del acceso es practicable hasta el plateau de Sanchese, pero preferimos iniciar cuanto antes la marcha. Es salir del coche y comenzar a babear literalmente...
He iniciado la marcha nervioso, porque sé que hemos venido con previsiones meteorológicas para nada halagüeñas, pero procuro disfrutar del entorno lo máximo. La pista es cómoda de seguir y va llaneando hacia la derecha de los paredones del Billare.
Echo un vistazo para atrás y diviso el Sesques, un gigante a caballo entre los valles de Aspe y Ossau. Un montañón como la copa de un pino pero que, curiosamente, es muy poco visitado. Allí acontecerá uno de los hitos del año que viene...
A la derecha de la anterior foto observamos las campas de Lescun y el entorno de Lhers, bajo el Labigouer, uno de los mejores miradores de toda la comarca.
Hay muchas nubes y apenas vemos el sol, pero la temperatura es muy agradable para andar. El plato fuerte de este viaje es el Dec de Lhurs, pero lo de hoy también me hace ilusión.
El otoño está bonito por estos lares, aunque algo pasado ya.
Seguimos la pista empedrada, obviando todos los desvíos a los lados (éste de la derecha, en concreto, lleva a una cercana borda).
Precisamente a mi derecha destacan, orgullosos, Les Orgues de Camplong. A su vera discurre el camino que lleva desde el refugio de Laberouat al Anie.
15:50. Seguimos de frente y enseguida llegamos a las campas de Sanchese (1.081m), también bucólicas. Allí delante, imponente, se yergue el Pic de la Breque. La pista que traíamos traza una prolongada curva hacia la izquierda y retorna al parking de Anapia, punto de partida para el ibón de Lhurs y las cumbres de su circo, pero nosotros nos internaremos en las campas que tenemos delante. Primero visitaremos la cascada de Sanchese (flecha de la izquierda), y después ascenderemos por un sendero hacia Cayolars d'Anaye (flecha de la derecha).
A nuestra izquierda, el Petit Billare. Tremendo.
15:55. Mi padre se dirige poco a poco al inicio del sendero, y yo me acerco a la cascada.
Unos caballos pastan tranquilamente.
Aquí tenemos una pano del Plateau de Sanchese, la pista que traíamos y el punto donde la hemos abandonado (flecha roja).
Unos hitos marcan el inicio de una senda estrecha, sostenida, que se dirige a un cercano bosque.
El Pic de la Breque.
Aquí sacamos, posiblemente, las mejores fotos del viaje.
El sendero sube sin contemplaciones y gana altura con rapidez. El discurrir por este bosque es una de esas cosas que le alegran a uno el año...
Un breve tramo donde la piedra hace acto de presencia.
Les Orgues de Camplong, con unos tímidos rayos de sol.
El Petit Billare. Un escándalo.
Con sus gendarmes y todo.
Nos cruzamos con una alegre cuadrilla de jubilados franceses, en un buen estado de forma, que descienden dicharacheros de la zona de las chabolas. También saludamos a un joven, aficionado del Barcelona, que viene de hacer running...
Aparte de ese encuentro, ni un alma en el bosque...
16:25. Llegamos a una barrera, abierta, y seguimos de frente.
De repente salimos a unas campas y a su derecha destaca otro escarpado pico.
16:35. Una fuente nos recibe en la mitad de las campas.
Volvemos a penetrar en el bosque, con algunas setas.
La zona de las bordas está cerca. Lo intuímos.
A punto de salir de la vegetación.
16:45. Salimos a los pastizales y nos recibe el Anie (flecha roja), el dominador de esta zona.
Aunque la pareja de los Billares se llevan la palma en cuanto a nuestra atención. Madre de mi vida.
Diviso el collado al que se ha de llegar (flecha roja), tras una interminable pedrera, y elucubro sobre el día que intentaré su ascensión.
El pequeño Billare.
Y el grande.
Enseguida se alcanzan los Cayolars d'Anaye, en la mitad de la depresión herbosa. La borda grande es la de la izquierda y a la derecha (flecha roja), existe otra bastante más pequeña.
17:00. Cayolars d'Anaye (1513m), con el Anie y el murallón del Countende, otra cumbre elegante. Bebemos en la fuente adyacente a la borda grande y comprobamos que ésta, con cocina, estufa, chimenea y camarote para seis plazas, se halla en perfecto estado. Y limpia señores, limpia. Algo casi imposible de encontrar al otro lado de la cordillera.
Contemplando el paisaje. ¿Pirineos o Dolomitas?
Esa pedrera, esa pedrera...
Aquí con la fuente.
Más vistas.
Siguiendo la senda hacia el oeste se alcanza el col de Anaye (2031m), que da paso al universo kárstico de Larra.
Pero nosotros regresamos al valle de Lescun. La tarde avanza inexorable.
Creo que son Bergon y La Marere, otra pareja que me vuelve loco. Me abruma saber la cantidad de sitios que aún me quedan por conocer del Pirineo. ¿Tendré tiempo de visitarlos todos?
La pedrera del Billare y el collado al que se ha de llegar (vía normal). Algún día...
17:20. Bueno señores, desandamos el camino hacia Sanchese.
¡Qué maravilla joder!
En las campas intermedias.
Con su picacho característico.
El macizo de Sesques, cubierto por las nubes. La anunciada borrasca va llegando...
En la zona de la barrera.
¿De verdad existe alguna estación más bonita que el otoño? Lo digo porque yo aún no la he descubierto...
Las paredes del Billare. Esto es tremendo.
Cras, cras. Vamos pisando la hojarasca en completo silencio. ¿No le dan ganas de hacer la maleta ahora mismo? Cras, cras...
Localizamos, entre las ramas, la cascada de Sanchese.
Sus campas, un lugar ya de por sí muy tentador para venir con la familia y pasar el día.
Su entorno merece mucho la pena.
Laderas pindias que descienden hacia la cascada.
Sigo fotografiando el vericueto con el máximo asombro.
Época de contrastes.
Les Orgues de Camplong.
17:55. Y llegamos nuevamente a Sanchese.
Me acerco al Labigouer. El sol ilumina su parte superior, preludio de la noche.
Lo mismo que ocurre con Les Orgues de Camplong.
Me despido del Pic de la Breque, que intenta tocar el cielo.
La zona del Pic Bacqué está oscura de narices.
El Petit Billare.
Hacia Sesques.
Y finalizamos, como no podía ser de otra manera, con el Dec de Lhurs. Lo de mañana tiene mala pinta, así que me acuesto cavilando seriamente una alternativa...
Y os dejo el mapa. La ruta es la pintada en color verde.
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 2. Sendero en todo momento. El bosque exige esfuerzo en algún tramo.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 4. El Billare y el bosque reclaman la atención. Dudará si se encuentra en los Pirineos o en los Dolomitas...
Continuará...
SOKOA (Ciboure) Berges d'Untxin - Port et Fort de Sokoa
Hace 11 horas
8 comentarios:
Muy buenas. Yo también soy de los que tiene en este rincón de los Piris como uno de mis santuarios. Acudo regularmente, y me ha encantado sentirme por un ratito pisando la hojarasca del bosque bajo el Pt Billare. La ascensión al Gd Billare por la normal la conozco; nos salió a la segunda. La primera intentona fue una auténtica epopeya, posible sólo en los años locos de juventud. Uno de los que "me falta" es el Dec de Lhurs... También tengo un gran recuerdo de la ascensión en primavera, haciendo noche en la borda de pastores del Lac de Lhurs, al Pico de Tres Reyes. Labigouer, Ansabere, Anie, Lariste... hasta una semana santa completa bajo la nieve... en fin: Una gozada de lugar. Ciao!
Hola Iñaki, gracias por el comentario. Me alegro de que te haya gustado el reportaje, la verdad es que Lescun es un paraíso. Disfrutamos mucho con este paseo vespertino, pese a que no tuvimos mucha suerte con el tiempo. A ver ese Billare, ya le tengo ganas. ¿Qué os pasó aquella vez?
La segunda parte, en el horno...
¿Qué nos pasó? Pues esas cosas que pasan cuando tienes más fuerza y ganas que dominio de la situación: Abrir huella sobre nieve polvo durante toda la vertiente de acceso al collado del Billare, sin guantes ni gafas suficientes para todos... llegar a la cresta aquel día ya fue un éxito. Años más tarde pienso que corrimos más riesgos de lo normal, pero es un recuerdo fantástico.
Esos años de juventud hay que controlarlos bien, porque te crees Sansón y con la montaña no se juega. De todas maneras, quien no ha sido imprudente alguna vez en el monte, o miente o no ha ido al monte. Un saludo Iñaki.
Grande, Mikel, grande.
Jajaja, hola Borja, me alegro de que te haya gustado. El sitio es tremendo. A ver cuándo me dejas que te lo enseñe...
Por supuesto que no hay ninguna estación más bonita que el otoño... sin duda.
Oye, me ha encantado este recorrido y la zona en general... Tengo que ir cuanto antes!!!
Buenos días Gonzalo, gracias por el comentario. No me extraña que te haya gustado el entorno; es una de las joyas del Pirineo. Y no muy frecuentado además. Procura conocerlo antes de que las hordas de turistas lo destrocen todo. Un saludo.
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