UN REBAÑO EN FORMIGAL (Improvisando en el valle de Tena)

El martes marchamos a Sallent de Gállego para seguir disfrutando del Pirineo, el único trozo del mapa por el que daríamos la vida. Teníamos unos planes ambiciosos, demasiado para la previsión meteorológica que traíamos. Y la primera vino en la frente, como suele suceder. Después de comer pretendíamos pasar la tarde en el ibón de Espelunciecha, el último lugar conquistado por la masacre de Formigal, pero vimos que la famosa nube que penetra en el Portalet por el norte ya estaba haciendo de las suyas. Así que nos quedamos más abajo, a la altura de las primeras pistas de la estación altoaragonesa. Vimos un rebaño y a por él nos fuimos. Improvisamos en el valle de Tena.
Ubicación: Valle de Tena, Pirineos, Huesca.
Acceso: Desde Donostia salimos dirección Pamplona por la autovía A-15. Rodeamos la capital navarra y cogemos la carretera que lleva a Jaca por Monreal, Liédena y el pantano de Yesa. De Jaca vamos a Sabiñánigo y cogemos al norte la carretera del valle de Tena, que pasa por Biescas, la presa de Búbal y Escarrilla. Siguiendo la dirección al puerto del Portalet llegamos a la urbanización de Formigal. Dejamos el coche en la entrada de la pista de Sextas-Formigal.

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Dejamos el coche en el inicio de la carretera de Sextas-Formigal y comenzamos a andar por la carretera. La primera mirada se dirige a la Peña Foratata.

Damos con el impresionante rebaño y sacamos varias instantáneas.









El sector del Peyrelue, al este del Portalet.



La Peña Foratata, orgullosa, defiende el valle de Tena desde su privilegiada ubicación.



La urbanización de Formigal y los colosos de Panticosa (Tebarray, Picos del Infierno y Garmo Negro, con la niebla, entre otros).



Una poderosa imagen del rebaño. De los más nutridos que yo he llegado a ver.



Y otra poderosa imagen la tenemos en los Picos del Infierno, con su marmolera entre las cimas.



Un burro llamaba la atención entre tanta oveja. Es inevitable, como decíamos en la previa, que busquemos la diversidad...



Descendemos a Sallent por la antigua carretera y paramos para detallar el pueblo con el embalse de Lanuza. Al fondo, como siempre, aparece la sierra de Tendeñera con el Sabocos, Peña Roya y Peña Blanca.



Desde una esquina de la plaza central de Sallent, al lado del bar-restaurante Martón, nos fijamos en el Tebarray (2.916m), posiblemente nuestro horizonte favorito desde este valle.



Aunque la perspectiva idónea es desde la terraza del bar Casino. Esta imagen supone para nosotros el skyline mítico de Sallent, al igual que el de Zuriza es la sierra de Alano, el de Lescun los picos de Permayou e Isabe en el macizo de Sesques, o el de Benasque el Pico Cerler desde la terraza del hotel Aragüells. Nos gusta ver estas imágenes una y otra vez. No nos cansamos. Somos así.



Habíamos arreglado la tarde tras el pequeño fiasco de la niebla en Espelunciecha. Al día siguiente tenía que hacer mejor tiempo. Eso esperábamos. Continuará...