ANTSESTEGI Y LIZARTZU (Por las colinas de Aritzakun)

Aprovechamos la primaveral mañana de ayer para realizar este hermoso paseo por estas agradables lomas a caballo entre Navarra y Lapurdi, por encima del perdido valle de Aritzakun. Disfrutamos del entorno, de la incipiente llegada de la primavera a nuestros montes y de las magníficas vistas sobre el valle de Baztan y la campiña de Lapurdi. La excursión la efectuamos con mi tío, el que estuvo con nosotros en el Larrun y en Urbasa.
Ubicación: Sierra de Litzarzu, Navarra-Lapurdi.
Cimas: Antsestegi (802m) y Lizartzu (793m).
Desnivel: 200m.
Distancia: 7km.
Duración: 2h y 10min.
Acceso: Partimos desde el collado de Luruko Ateak, en la carretera que lleva del puerto de Otsondo a la cima de Gorramendi. Salimos desde Donostia por la autopista que se dirige a Francia (A-8) y la abandonamos en la salida de Azkaine y Senpere. Se pasa por la muga de Dantxarinea y se corona el alto de Otsondo, que comunica Lapurdi con el valle de Baztan. A la izquierda nace la carretera estrecha que en diez kilómetros lleva hasta la cima de Gorramendi. Estaremos atentos al cuentakilómetros del coche, para detenernos justo en el tercer kilómetro. Estamos en una especie de collado, con un panel explicativo de la zona a la izquierda y una borda bien cuidada. Aparcaremos a la izquierda de la carretera, al lado del panel. El punto A marca el puerto de Otsondo y el globo azul el collado de Luruko Ateak.
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Los primeros pasos de nuestro recorrido los efectuaremos a la inversa, es decir retrocediendo hacia el puerto de Otsondo. Antes, nos fijamos por primera vez en el macizo de Gorramendi, destino final de la carretera que traemos. Merece la pena subir a ver el atardecer desde allí arriba, porque tienes gran parte de nuestro territorio a tus pies. La pena es que aún permanecen los restos de la antigua base militar conjunta que mantuvieron durante los años de la guerra fría los ejércitos de España y de Estados Unidos. El monte está declarado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) e incluido en la Red Natura 2000, pero el ministerio de Defensa no está por la labor de retirar las más de quince escombreras que todavía quedan. Un nuevo ejemplo de la incompetencia que nos rodea.



Decíamos que debemos retroceder por la carretera apenas un par de minutos. Nos acercamos al Alkurruntz, otro mirador de vértigo.



Nos desviamos de la carretera por la pista hormigonada de la derecha.



Un nuevo vistazo sobre el valle y la carretera que hemos traído desde el alto.



El valle de Baztan y los colosos que lo resguardan.



Progresamos por la pista sin apenas desnivel y disfrutando del verdor que inunda las laderas. La primavera, al menos en las alturas más modestas, está cerca de su máximo nivel.






De ahí venimos.



Enseguida llegamos a un collado, donde nos desviaremos a la derecha para atacar el Antsestegi. Bordearemos las peñas por la derecha.



Desde el collado vemos, al fondo, el Lizartzu, nuestro siguiente objetivo.



Pero primero subiremos el Antsestegi.



Bordeando y atacando la cima rocosa.



Una miradita sobre el Irubelakaskoa.



Ya estamos en la cúspide de la cima rocosa, pero aún debemos avanzar hasta la cumbre herbosa, donde está el buzón.



El Larrun, al oeste, protege la campiña labortana.



Y en apenas media hora alcanzamos la cima del Antsestegi (802m).



El buzón está mal colocado; el Lizartzu es la cima que visitaremos después.



Comenzamos con las panos. La primera, hacia el este. El valle de Aritzakun nos separa del Irubelakaskoa.



El tramo de Gorramendi.



El Baztan y el punto donde hemos iniciado la ruta.



Desde el Alkurruntz hasta el Larrun.



Desde el Larrun hasta el Lizartzu, la flecha marca el collado al cual nos dirigimos ahora.



Nos acercamos al Irubelakaskoa, una de las cimas más espectaculares de nuestro país. Sobrecoge ascender a esta cumbre desde la venta de Sumus; uno de los recorridos más salvajes que existen por nuestra zona.



Descendemos por las laderas septentrionales del Antsestegi en busca de la pista que hemos abandonado anteriormente.



Pasamos por un pequeño arroyo.






Y optamos por ir en paralelo a la pista. Siempre preferimos pisar hierba antes que asfalto. Un cartel nos indica el camino que baja al valle de Aritzakun, donde aún no ha llegado la electricidad...



Por ahí iríamos a Aritzakun.



A punto de salir a la pista otra vez.



Pasamos a la vera de esta bonita borda.



No podemos dejar de mirar a las laderas que caen hacia Aritzakun.



Estamos cerca del collado de Lizartzu.






Llevamos una hora de marcha cuando afrontamos su empinada cuesta final. Como siempre, con paciencia.



A punto de llegar a la cima, que cuenta con un vértice geodésico.



Volvemos a detener la mirada en el este. Entre el Irubelakaskoa y el Iparla se halla el valle de Urritzate, aún más salvaje que el de Aritzakun. Departimos con un simpático vascofrancés sobre el pasado, presente y futuro de estos valles. Si lees esto compañero, un saludo.



El Urtsuia, entre el Arranomendi y el Artzamendi.



Un vistazo hacia el camino traído.



El Larrun y Lapurdi.



Nos acercamos al Irubelakaskoa y al Iparla.



Tras repostar en la cima y disfrutar de las vistas, iniciamos el descenso por el mismo camino. Pudimos ver a varias crías nacidas hace bien poco.












Abandonamos estos parajes.



Allí queda el Lizartzu.



El descenso lo efectuamos por la pista disfrutando de la conversación.



Los caballos aprovechan la sombra del haya. La verdad es que hacía bastante calor.



Las casas de Amaiur y Arizkun, con el macizo de Saioa como telón de fondo.



Y recorremos los últimos metros sobre la carretera en busca del coche. El macizo de Gorramendi, como hace dos horas y cuarto, vigila nuestros pasos.



Y os dejo el mapa, aprovechando el panel que había donde dejamos el coche. El recorrido es el pintado en color rojo.



LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 1. Ruta evidente en todo momento.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 3. Camino muy agradable y bonitas vistas.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 1.
Paseo francamente hermoso. La verdad es que hacía tiempo que no pisaba este trozo del mapa, y el recorrido y la compañía fueron de lo mejor.