EZKABA (El guardián de Iruña)

Sabíamos que para la tarde de ayer venía mal tiempo, de modo que había que aprovechar la mañana. El Ezkaba es una cima que la tenía descartada pensando que no iba a depararnos nada bonito por lo civilizada que está. Pero nada más lejos de la realidad. El amigo Iñaxio, de la web de Luberri, me pasó una circular esta semana y ayer pudimos realizarla. La ruta nos pareció estupenda sobre esta mítica cumbre de los pamplonicas.
Ubicación: Sierra de Ezkaba, Navarra.
Cima: Ezkaba (895m).
Desnivel: 450m.
Distancia: 8 kilómetros.
Duración: 2h y 30min.
Acceso: Partimos de la localidad navarra de Aizoain, situada en el extrarradio de Iruña/Pamplona. Viniendo de San Sebastián, abandonamos la autopista A-15 por la salida de Berriozar. Debemos entrar en el pueblo y regresar hacia San Sebastián por la carretera nacional. En la última rotonda, nos desviamos a mano derecha para llegar en un kilómetro a Aizoain. Aparcamos en la plaza del pueblo, justo debajo de la iglesia.

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Vamos a subir por la vertiente norte del Ezkaba para bajar después por el sendero de Artika. Comenzamos la marcha por la parte trasera de la iglesia de Aizoain.



Vemos que nace una pista hormigonada que nos llevará hasta el cementerio. Justo encima tenemos el Ezkaba con sus antenas y demás parafernalias cimeras.



Miramos a la derecha (sur) y hacemos una parada para inmortalizar este momento: un cerezo encuadra la foto con la capital navarra y la Higa de Monreal cerrando el horizonte.



Enseguida llegamos al cementerio, donde nos desviamos a mano izquierda y seguimos la dirección que marca la flecha.



Internada en un pinar, donde apenas ascendemos.



Llegamos a un cruce y tiramos para arriba (derecha).



Hasta llegar a una explanada donde giramos a la izquierda. Estamos siguiendo el camino de Berriogoiti.






En primer plano vemos Aizoain, nuestro punto de partida.



Proseguimos la ruta entre encinas. El Ezkaba es una cima muy visitada porque desde Artika asciende una carretera que en seis kilómetos te deja en la cima. Os podéis imaginar, por tanto, que arriba habrá muchos domingueros. Este camino, en cambio, tiene pinta de ser muy solitario. De hecho, ayer no nos tropezamos con nadie.



El camino que traemos enlaza con otro y subimos.



Bonitas vistas al norte.



Ascendemos en fuerte pendiente por esta pista.









Una miradita a la Cuenca de Pamplona. En todo este tramo nos acompaña el horroroso ruido del polígono de tiro que hay en Aizoain.



Y otra al norte sobre los pueblos de Untzu, Zildotz y Orrio.



Estamos en la vertiente septentrional del Ezkaba y vemos que el sendero desaparece en el matorral. Toca coger el lomo del monte. Seguimos este mojón.






Echamos una miradita al macizo del Arriaundi, con el Arzelaieta a la derecha.



El sendero sube paralelo a una alambrada en fuerte pendiente.



Pano hacia el este con esas dos cimas boscosas.



Seguimos ascendiendo.



Una mirada hacia el sureste.



La pendiente se suaviza y pasamos una pequeña depresión.









Empalmamos con una pista terrosa que viene por la derecha y la seguimos.



Muy próxima se halla una bifurcación, donde seguiremos por la derecha.



Subimos por el pinar. En este punto escuchamos, por primera vez en lo que llevamos de la primavera, al cuco. Mi padre se acuerda de los tiros del polígono que hemos venido escuchando durante la subida y realiza la evidente comparación. Qué diferencia...



El macizo del Saioa, en plena divisoria de aguas, retiene algo de nieve todavía.



Y en apenas una hora llegamos al extremo septentrional del Ezkaba, donde podemos ver el fuerte de San Cristóbal con su foso.



Lo rodeamos y progresamos por donde podemos. La verdad es que te vuelves loco para encontrar el sendero correcto.



Recorrer el fuerte, que hizo de prisión durante el Franquismo con horribles consecuencias, da un poco de reparo la verdad. Las sensaciones que tuve durante el paseo no me gustaron. Si las paredes hablaran...












Salimos, por fin, a la ladera oriental y disfrutamos de la bonita panorámica sobre parte de la Cuenca y sus dos colosos.



Otra mirada hacia el Ortxikasko y los pueblos que lo circundan.



El pueblo de Garrués.



Al otro lado del foso se halla el vértice geodésico, de imposible acceso. Creo que es la primera vez en que no puedo llegar a él.



Zoom sobre esta pareja del valle de Artze, que visitamos en febrero.



La verdad es que el Ezkaba es un señor mirador pese a tener una altura modesta.



Llegamos hasta las antenas, donde sacamos una pano sobre Iruña. Nos mezclamos con la gente de a pie y constatamos nuestras diferencias: ropa, transporte...



Prolongación de la pano anterior hacia el noroeste. Vamos a bajar por la flecha.



Para enseguida dejarla pista y desviarnos a manoz izquierda.



Este sendero nos llevará hasta abajo.



Muy agradable para andar, por cierto. Aquí nos cruzamos con más gente.



Salimos a la vera de la carretera pero seguimos por el sendero. Para qué vamos a pisar asfalto pudiendo pisar naturaleza.






Segunda vez que nos topamos con la carretera. Esta vez la atravesamos para seguir de frente.



Pamplona ya está casi a nuestra altura.



El sendero sale por tercera vez a la carretera. La atravesamos otra vez y seguimos de frente.



Nos damos de bruces con un campo de cereal y torcemos a la izquierda.



Alcanzamos una zona recreativa y cogemos un sendero que sale por la derecha.






Nuevamente por encinas.






Algunas, de un tamaño descomunal.



Podemos atajar directamente hacia Berriozar y recorrer la distancia hasta Aizoain mediante la carretera. Pero preferimos ir por el bosque.



Ahí arriba hemos estado. Tenía otra opinión sobre tí, Ezkaba, pero me has sorprendido.



A punto de llegar al polígono de tiro y a Aizoain.



Nos volvemos a acordar del cuco.



Bajamos del polígono hacia el campo de fútbol y torcemos a la derecha.



Recorremos una pista hormigonada y una carretera para alcanzar en breves minutos Aizoain.



Y os dejo el mapa, gentileza de Iñaxio (de la web de Luberri).



LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 2. Sendero claro en todo momento. Fuertes repechos.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 2,5. El descenso tiene su punto entre el quejigal. Buen mirador de la Cuenca de Pamplona y de parte de Navarra.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 2.
Bonita y completa circular de dos horas y media de duración. Siempre hemos pasado a la vera del Ezkaba camino de otras cumbres navarras o del Pirineo, pero hoy ha sido el día en que te hemos visitado. Hemos estado en el guardián de Iruña.