Como ya os comenté hace un tiempo (ver repor), teníamos una travesía preparada con mis tíos de Larrea por el macizo del Larrun, la primera gran elevación pìrenaica comenzando desde el oeste. Este miércoles, con la compañía de un tiempo magnífico, la completamos en una jornada esperada. Tuvimos una gran recompensa con la panorámica desde la cumbre, y apreciamos el estado actual del paisaje por esta zona. Fue una explosión primaveral.
Ubicación: Sierra de Larrun, Lapurdi.
Cima: Larrun (900m).
Desnivel acumulado: 938m.
Distancia: 10,3km.
Duración: 4h y 07min.
Acceso: Partimos desde las canteras de Ascain (Azkaine), localidad vascofrancesa. Desde Donostia salimos dirección Francia por la autopista A-8. Cruzamos la frontera y cogemos la primera salida de la autopista, la de Urrugne. Seguimos las indicaciones que llevan hacia el col de Ibardin y Olhette (Olheta). Desechamos la vía del puerto y pasamos por Trabenia. En Ascain hay que tomar dirección Sare (Sara) y, a la salida del pueblo, tomar a mano derecha (cartel que indica las canteras). Dejamos el coche en un amplio aparcamiento. Ojo, porque el mapa señala Ascain.
Ver mapa más grande
Esta travesía comienza la tarde del martes, cuando mi padre y yo nos acercamos cada uno con su coche al alto de Lizuniaga, que comunica Bera con Sara, para estacionar un vehículo de cara al día siguiente. El eje del recorrido será el monte Larrun, que se va engalanando para mañana. Ésta es la imagen que abre el reportaje y una muy parecida lo cerrará...
9:49. Iniciamos la marcha al lado de las canteras de Azkaine, en su aparcamiento (42m). Cogemos el camino que pasa al lado del panel explicativo de la fauna.
Por fin ha salido un día primaveral e iniciamos la jornada sabiendo que vamos a disfrutar.
Echamos una mirada a este primer Pirineo, con sus discretísimas elevaciones. Ya se sabe, para llegar arriba hay que empezar desde abajo. Si no, no tiene mérito...
Vamos por la pista unos metros, pero la dejamos porque da muchas curvas y preferimos ascender por un estrecho sendero rodeados de argoma.
Hacia la campiña.
Nos ha salido un día redondo.
10:18. Llegamos a esta borda solitaria (302m).
Tenemos enfrente, al sur, el Larrun.
Tras cruzar el riachuelo, que lleva bastante menos agua que el mes pasado, giramos a la derecha.
Vamos a coger el camino que da una vuelta.
Y que tiene unas vistas muy bonitas.
Fauna autóctona.
11:00. Llegamos a la ermita.
En sus cercanías encontramos muerte también.
Y bonitas estampas para pasar el mal trago.
Dejamos el camino que lleva al col des Trois Fontaines y seguimos los postes amarillos.
Nos unimos al sendero que viene desde Olheta y atacamos las pendientes finales, rodeados de una muchedumbre.
A veces nos internamos en el hayedo, no sólo para buscar la sombra.
Y salimos buscando las tierras labortanas.
Las zetas finales nos hacen sudar.
El col des Trois Fontaines.
Verde y civilización.
Fauna.
Divisamos ya de cerca la parafernalia somital.
A las doce del mediodía, en poco más de dos horas de subida, arribamos a la cumbre. El alto de Lizuniaga (flecha roja), nuestro punto de llegada.
Bera.
Y disfrutamos de las vistas.
Las laderas que caen del Larrun txiki.
El col de Ibardin y sus ventas.
En primer plano Peñas de Aia. O les Trois Couronnes, como dicen nuestros vecinos.
El trío calavera.
Y llega el tren.
Salen los turistas.
Una de las ventas.
Mirando al este.
San Juan de Luz/Donibane Lohitzune.
Más vistas. No paramos de fotografiar.
La antena. Gracias a ella vemos en Donostialdea tres cadenas francesas (TF1, France 2 y France3).
La emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, también estuvo aquí en 1859. Seguro que ella no subió andando...
Parte un tren y estamos ahí, donde surge la noticia, para contarlo.
Nuestra mirada no perdona una. Nos fijamos también en el tramo Urkiaga-Sorogain.
Buscamos un txoko a la solana para comer algo. Mientras, vamos detallando los planes veraniegos.
El lago de Senpere, donde celebra cada mes de mayo la fiesta a favor de las ikastolas vascofrancesas.
Descendemos por la vertiente oriental, buscando la salida a Sara.
El manto blanco delata al Pirineo.
Otras cumbres célebres de este recién nacido Pirineo, en el que disfrutamos un montón también sin tener que visitar las grandes alturas.
El valle de Sara, salpicado de bellos caseríos.
Descendemos por la fuerte pendiente entre argoma.
Por aquel hueco hemos bajado.
Sorprendemos a unas ovejas a la sombra, detalle que nos habla a las claras de la temperatura reinante.
El Larrun, cada vez más arriba.
Y nos vamos fijando en el Ibanteli.
Y en el verdor del valle.
Es la explosión primaveral.
Tras otro fuerte descenso llegaremos a esa chabola y tiraremos por la pista de la derecha.
Y como el camino es evidente, nos dedicamos a gozar con la cámara, a dejarnos llevar.
Porque, de verdad, no necesitamos más para disfrutar en la montaña.
Inmediaciones del alto de Lizuniaga.
Larrun, ahí te quedas.
Hola Ibanteli.
Si usted vive en la ciudad, en una gran ciudad, tal vez necesite esta imagen para relajarse un poco. A lo mejor ya tiene una casita en el campo y conoce esta sensación de paz y armonía; si no déjeme enseñársela con esta foto...
13:56. Alto de Lizuniaga (236m), tras cuatro horas de travesía.
Lo prometido es deuda, nos gusta cumplir con nuestra palabra. Se repite la imagen diecinueve horas más tarde.
Nos trasladamos a Bera para comer en el Errekalde Ostatua (948-63-02-59, cierra los jueves). Los cuatro elegimos su ensalada templada con pimientos del piquillo y pollo.
Algunos optamos de segundo por la pechuga de pollo con roquefort; otros prefieren lomo con patatas; otros carne...
Y finalizamos con natilla, yogur, yogur con mango...
Y os dejo el mapa.
Y os dejo las imágenes 3D del Google Earth. Aquí la subida.
Y aquí la bajada.
Y os dejo el perfil.
Y en wikiloc os dejo el track: ver track
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 2,5. Pista y senda en casi todo momento. Algunos repechos son especialmente duros, aunque los peores se centran en el descenso.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 3,5. Espléndido mirador, de los mejores de nuestro territorio. Acertamos con la época por el paisaje reinante.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 3,5.
Fue una jornada para no olvidar, porque al plan montañero se unió por la noche el éxtasis futbolístico resumido en la figura de Andrés Iniesta, Don Andrés, el genio más humilde del universo. Hay justicia en esta vida. Es de lo que más me alegro.
Las Almunias y las Cabras
Hace 2 horas
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