VALLE DE ATA (El fracaso de Roldán)

Esta mañana nos hemos acercado hasta el perdido pueblo navarro de Madotz para conocer el valle de Ata. La idea era ascender el Akier, pero no ha habido manera.
Hemos salido de Donostia por la autovía hacia Navarra y nos hemos salido en Irurtzun para coger una carreterilla que en 6'5kms nos ha llevado al pueblo. También podíamos acceder desde Lekunberri, como haremos a la vuelta.
Ubicación: Madotz, Navarra.
Desnivel: 400m.
Distancia: 7km.
Duración: 2h.
Acceso. Partimos desde Madotz, a caballo entre el valle de Larraun y la Sakana. Salimos desde Donostia en dirección a Pamplona por la autovía A-15 y la abandonamos en Lekunberri. Debemos coger la carretera que lleva a Baraibar y los rasos de Aralar, pero enseguida nos desviamos a mano izquierda para pasar por Alli, Astiz y Oderitz. Por cierto, ojo con los perros en este pueblo a primera hora, porque duermen en la mitad de la carretera. Tras pasar Oderitz, coronamos el alto de Zuarrarrate y tras dos kilómetros de bajada llegamos a Madotz.

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Dejamos la iglesia a la derecha y cogemos esta pista hormigonada.



En diez metros nos metemos por la derecha y vamos en paralelo a esta bonita campa.



La pista desaparece y se convierte en sendero.



El tramo del bosque ha sido una gozada, sólos con el cantar de los pajarillos... Como me había advertido Larra, de la página de Mendiak, había bastante barro.






El cielo clareaba por momentos.



Cruzamos este paso.



Y en cuarenta minutos hemos alcanzado las campas: el valle de Ata ante nosotros.



Hemos seguido valle adelante para hallar la piedra del amigo Roldán.



Que está hacia la mitad del valle, en un pequeño collado.



No os perdáis la historia. Se entiende bien a pesar de que falten letras.



El susodicho en cuestión.



Y los curiosos arañazos, la marca de Roldán...



El valle continúa, con el Hartxueta a lo lejos, pero nos hemos metido a la derecha a hacer un poco el gamba.



Internada en el bosque pensando que el Akier estaba por aquí.



Asoman el Gaztelu y el Txurregi.



Ganamos altura por un comprometido y peliagudo lapiaz y nos pasa la mítica: el de enfrente es más alto.



El Beriain, dormido.



Con una mezcla de orgullo y cabezonería he tirado adelante y he llegado a este promontorio rocoso coronado por un mojón. Nada recomendable, he gateado demasiado por un lapiaz húmedo y puñetero.



Hemos ido a la cima boscosa que os enseñaba antes, pero tampoco ha habido suerte. Bonita brecha.



Bajamos al valle y aparece el Hartxueta con San Miguel.



Despierta Beriain.



Ya en el valle, volvemos por el mismo camino a Madotz.



Ahí creo que está el Akier. Es probable que algún día vuelva a por ti.



Precioso contraluz en la campa del principio.



Y os dejo el mapa de lo recorrido.



LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 3. El camino no presenta complicaciones hasta el valle de Ata, pero a partir de ahí se complica y la orientación es importante.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 2,5. El acceso hasta el valle de Ata es cómodo y el valle, una gozada.
En fin, otra vez será. Esta vez no pudo ser y el Akier se salió con la suya. Afortunadamente, hemos salido vivos de la faena porque el terreno era una trampa mortal. Hemos sido imprudentes y el recuerdo que me llevo no puede ser bueno. Al menos, he conocido el valle de Ata y el menhir de Roldán.