La mirada del montañero se pierde con frecuencia en el horizonte, en ocasiones por la nostalgia y otras veces por puro placer.
Los sentimientos son tan intensos que pueden llegar a confundir.
Pero la llegada a la cumbre siempre aglutina lo mejor.
Es una ventaja ir a la montaña con este hombre, la persona más polifacética que conozco. Es tan heterogéneo que, a su lado, Leonardo da Vinci sería un aprendiz.
Torre Cordier 3046 m.
Hace 18 horas
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