A las cinco y pico de la mañana, el panorama era éste en Pombie.


Hacia el Saoubiste.

El Lurien continúa dormido.

A pesar de que sabemos que no vamos a poder progresar a partir de la primera chimenea, cogemos el camino que lleva al collado de Suzon.


La senda es clara.

El refugio va quedando atrás. Comienza a llover.

En media hora estamos en el collado de Suzon.

Saoubiste.

El Lurien no despierta. El panorama está negro por allá también.

Llegamos hasta la base de la primera chimenea. La roca está mojada.

No podemos avanzar. La roca no nos da seguridad. El Midi se resiste.

Bajamos y nos desplazamos a la derecha en la placa al montañero fallecido. Parece más fácil por aquí. Al menos, menos empinado y con más agarres. A mí, la normal me sorprendió a peor. No me la esperaba tan difícil. Habrá que ver con un día soleado.

Regresamos a Suzon. Una cuadrilla de ciervos.

El precioso valle que desciende a Bious-Artigues.

Volvemos a Pombie, picamos algo, pagamos y nos vamos con una sensación de tristeza por el objetivo fallado. Sigue mi idilio con esta montaña mágica. Se me resiste y eso provoca que la admire aún más. No sé que será el día que la conquiste.
LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 2. Hasta las chimeneas, el camino no presenta complicaciones. Senda en todo momento.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 3. No tuvimos suerte con el tiempo, pero el entorno es grandioso.
El fin de semana terminó en Lanuza con el festi de Pirineos Sur.
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